jueves, 27 de noviembre de 2008

Un poco de historia sobre el Olivo

Oliva, Olivas, Aceituna, Aceitunas, Olivo, Olivos, Olivar Olea europea Se reconocen unas 280 variedades de olivos. Es una especie muy rústica y de fácil cultivo, muy resistente a la sequía además de ser una planta ávida de luz. No soporta temperaturas menores a -10°C, soporta las heladas siempre y cuando no sean muy tempranas, ya que pueden afectar al fruto. El olivo es un árbol bastante común en España, aunque no cabe duda de lo cotizado que es mundialmente, principalmente para la producción del famoso “aceite de oliva”. Al investigar sobre la historia del olivo he encontrado que se habla de dos posibles orígenes: el primero refiere a las costas de Siria, Líbano e Israel y por otro lado se habla del origen de Asia menor. Se cree que los fenicios fueron quienes lo introdujeron a Europa, mientras que en cuanto a la presencia de olivos en las costas mediterráneas españolas se habla de una coincidencia con las épocas del dominio romano. Sin embargo, el mayor impulso de cultivo fue a manos de los árabes, en la región de Andalucía, la cual es hasta la fecha la de mayor reconocimiento en España. Actualmente existe una gran demanda del olivo a nivel mundial, tanto por su promoción por los valores alimentarios de su aceite como por sus propiedades terapéuticas. Presenta un futuro alentador y por ello el cultivo sigue aumentando. España e Italia son los principales productores a nivel internacional. Para saber un poco de la historia del olivo en relación a cómo llegó a América, es interesante encontrar que fue a México el primer país a donde se exportó. Durante la época de la conquista alrededor de 1531 se introdujo por Fray Martín de Valencia. La primera plantación se hizo en Tulyehualco, zona ubicada en la ciudad de México específicamente en Xochimilco. Posteriormente fueron incrementando las plantaciones en distintos sitios como: Texcoco, Chalco, Ameca e incluso llegó hasta Jalisco y Baja California. Debido a las buenas condiciones de esta población, la producción fue muy buena creándose una franja de olivos de más de 2 kilómetros de longitud en la ribera. A partir del olivo, se obtuvieron fuentes de trabajo de enorme importancia para la economía de dicho pueblo mexicano, ya que se cultivaba en la zona chinampera y en las tierras altas. Se dio lugar a una verdadera industria, ya que además de procesar la aceituna, se construyó un molino para extraer el aceite de olivo, producto muy codiciado entre los españoles de la colonia. La proliferación del olivo fue tan buena, que despertó el temor de la Corona Española y por ello Carlos IV decidió firmar la Cédula Real del 17 de enero de 1774, con la que se prohibió plantar viñedos y olivos en México. Posteriormente no conformes con dicha prohibición, en 1777 se expidió una nueva cédula en la que se ordenó la destrucción absoluta de todos los olivos existentes en México. De aquella destrucción masiva de olivos, algunos lograron sobrevivir y hasta la fecha se reconocen como olivos originarios de los siglos XVI al XVII; se conservan dos grandes zonas de estos históricos árboles: una al oriente llamada Olivar de Santa María y la otra al poniente conocida como Olivar de las Ánimas. Con lo anterior, podemos entender el estancamiento que se produjo en el cultivo del olivo, en la Nueva España y conllevado hasta la fecha en el México actual. Cabe mencionarse que hoy en día se busca recuperar la producción de olivos considerándose como una gran opción para el desarrollo de la población de la zona de Tulyehualco, Xochimilco. Referencias. http://articulos.infojardin.com/Frutales/fichas/olivas-aceite-de-oliva.htm,http://www.xochimilco.df.gob.mx/tradiciones/ferias/olivyama/index.html
Cosecha Ametlla del Mar, noviembre 2008